jueves, 29 de noviembre de 2012

Croquetas de espinacas y piñones



                          


Ingredientes para unas 10 personas:

1 litro de leche
6-7 cucharadas colmadas de harina
100 g de mantequilla ó 10 cucharadas de aceite de oliva
1 paquete de espinacas congeladas (400 g)
½ cebolla
2 dientes de ajo
Un buen puñado de piñones
Nuez moscada
Sal y pimienta
Harina, huevo y pan rallado para formar las croquetas
Aceite de oliva para freír.
Opcionalmente podemos añadir queso, pasas ó huevo duro.

Cocemos las espinacas en agua hirviendo con sal y las dejamos escurrir bien. Las troceamos con ayuda de unas tijeras.

En una cacerola amplia rehogamos la cebolla y el ajo en la mantequilla. Cuando estén ligeramente dorados, añadimos los piñones y preparamos una bechamel en el mismo recipiente, siendo importante que la salsa quede muy espesa.
Añadimos las espinacas escurridas, la nuez moscada, sal y pimienta, y removemos bien, dejando hervir otros 10 minutos.
Extendemos la masa en una bandeja plana y dejamos enfriar unas 12 horas en el frigorífico.
Damos forma a las croquetas pasándolas primero por harina, después por huevo batido y finalmente por pan rallado.
Para impedir que se abran, podemos congelarlas un poco antes de freírlas con abundante aceite muy caliente.

Escurrir en papel absorbente y servir con una buena ensalada verde.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Monstruosas galletas suecas de jengibre




Ingredientes para unas 60 galletas: 

1/4 vaso de miel de caña (melaza)
2/3 vaso de agua
2 vasos de azúcar moreno
200 g de margarina vegetal
2 cucharaditas de canela molida
2 cucharaditas de jengibre molido
1 cucharadita de clavo molido
1 huevo
6 vasos de harina ó un poco más
2 sobres de gasificante tipo "El Tigre" ó similar
1 pizca de sal

Para el glaseado:
2 claras de huevo
400 g de azúcar glasé
Unas gotas de zumo de limón
Colorante alimentario

Elaboración: 
Esta masa hay que prepararla con antelación ya que debe enfriarse durante un mínimo de 2 horas en la nevera (o prepararla el día anterior).

Mezclamos en un cazo el agua, el azúcar, la melaza y las especias. Llevamos a ebullición removiendo frecuentemente. Retiramos del fuego y añadimos la margarina hasta que se haya derretido. 

Aparte, en un bol amplio, mezclamos la harina con el gasificante y el huevo. Añadimos la mezcla anterior hasta obtener una masa homogénea que podamos trabajar con las manos. Enharinamos una superficie limpia y amasamos durante un par de minutos. Envolvemos la masa en film transparente y dejamos reposar unas horas. 

Estiramos la masa con un rodillo. Si deseamos unas galletas consistentes y que vayamos a decorar después, al estirar la masa la dejaremos de un grosor no demasiado fino, algo menos de 1/2 centímetro. Cortamos con moldes de formas diversas según la ocasión (Navidad, Halloween, etc)  ó los típicos hombrecillos de jengibre.

Gingerbread madness

Si por el contrario deseamos una textura muy crujiente, estiraremos la masa lo más fina posible.

Calentamos el horno a temperatura media. Colocamos las galletas en una bandeja que habremos engrasado previamente y horneamos unos 8-10 minutos hasta que estén ligeramente doradas.

Dejar enfriar en una rejilla antes de consumir. 

Si decidimos decorarlas, las dejaremos enfriar varias horas y adornamos, por ejemplo, con un glaseado. En este caso, añadiremos un poco menos de azúcar en la elaboración de la masa de las galletas para que no resulten tan dulces.


Modo de elaboración del glaseado:

Batir las claras con batidora eléctrica de varillas hasta que espumen pero sin llegar a montarlas. Ir añadiendo el azúcar glasé y seguir batiendo. Añadir el zumo de medio limón y el colorante alimentario (si queremos colores).

Decorar las galletas con una manga pastelera haciendo primero los bordes (la mezcla debe tener textura de pasta de dientes) y cuando se hayan endurecido se rellena el centro (con una textura más ligera, como la cola de carpintero). 
Esta mezcla se endurece con el aire, así que si se va a tardar en usar mejor guardarla en un recipiente bien cerrado.
Si necesitamos ablandar la mezcla podemos usar unas gotas de agua o de zumo de limón, hasta tener la textura deseada.
Dejar secar las galletas unas 12 horas, para que no se estropeen.


Se conservan sin problema en una lata durante varios días.

Por: Lati Escudero y Shadia Carrasco

Fotos de: Shadia Carrasco y de Galería de Pixelthing